La integración consiste en conectar diferentes elementos de un ecosistema digital (datos, aplicaciones, API y dispositivos) para aumentar la velocidad, eficiencia y productividad de una organización. 
 

Tanto para empresas privadas como para entidades públicas, una correcta integración de sistemas puede significar: 

• Mejora de la eficiencia operativa: ya que permite automatizar procesos y eliminar la necesidad de tareas manuales y repetitivas.  

• Mayor visibilidad y control: al integrar diferentes sistemas, las organizaciones obtienen una visión completa de sus operaciones.  

• Optimización de recursos y costos: libera tiempo y recursos para que los colaboradores se enfoquen en tareas de mayor valor y evita la necesidad de invertir en múltiples soluciones independientes.  
   

En esencia, implica dejar atrás procesos desordenados que roban tiempo, ¡e incluso decir adiós a tener que pagar 10 softwares diferentes para pasar a usar solo 1!